miércoles, 3 de diciembre de 2008

ENCADENADO

¿Porqué no esperamos un poco,
a ver que pasaba,
y si merecía la pena,
parar el reloj?
Quizás no tuviésemos preguntas,
para acompañarnos,
y perdernos después.
Será que llevaba una bola,
atada al tobillo,
con tu nombre grabado.

Cree en la paciencia del tiempo,
la semilla está echada;
Cada uno ahora por su lado,
sin palabras calladas.

¿Porqué dejé pasar tanto tiempo,
con las mismas respuestas,
sin querer hacer nada?
Quizás no tuviese talento,
ni una voz ni guitarra,
ni tampoco tuve ganas.
Será que andaba tan perdido,
que al llegar tu cobijo,
no lo supe cuidar.

Deja que pasen los días,
y no pienses en nada;
Y puede que quizás algún día
me oigas cantar.

¿Porqué la memoria es tan tibia,
y nos dijimos “te quiero”,
sin pensar en lo nuestro?
Quizás enredado en tus sábanas,
no me hiciese falta,
empezar nada más.
Será que tuve una bola,
encadenada al tobillo,
con 4 letras grabadas.

Quiero empezar de nuevo,
y hacerlo mejor;
Mientras me quede un suspiro,
y me sobren ganas.

Quiero vivir tantas veces,
como maestros he tenido.