miércoles, 18 de marzo de 2009

POR TODAS VOSOTRAS

Esta es la historia del aquel que odiaba a las mujeres,
condenado a vivir continuamente enamorado y
que se estrelló contra sus propias virtudes;
El que solía llevar una sonrisa en su máscara,
en su mirada una pena, y prometió no llorar mas
por quien no mereciera la pena un fracaso.

Pertenezco al linaje de los que preguntan su nombre
antes de pasar al postre;
No soy como los que te hacían reír
ni como los brazos que solías frecuentar.

Hubiese cruzado mil galaxias por la que menos merecía la pena,
por un puñado de mentiras y el cobijo en la palma de mi mano;
Luego creí haber encontrado mi igual en paradero desconocido,
y le grabé un bello poema para que me pudieras odiar.

Y de repente, me tomé unas vacaciones
en la sala de torturas que solía ser mi cabeza;
Yo también puedo tener mala memoria,
por todas vosotras.

Fuiste testigo de mi derrota sin saber que mi victoria eras tu;
Viajé desde mi casa, tumbé las decisiones que solías tomar,
y ahí estabas tu.

Si no te puedo hacer feliz
huye de las amistades que te indican lo que debes sentir,
haciendo previsible lo que solía ser innecesario;
Creí seguir una estrella fugaz
y me quemé con promesas enroscadas
en tu cola de pétalos blancos de redención.

Ahora que me tocas no te puedo abrazar,
cuando creí que eras mía no debí haberte besado,
cuando me eches de menos ya no te recordaré;
Aprendí a esperar y fui libre,
gracias por olvidarme primero.

Ojalá el dolor nos mantuviese mas atentos,
y el verbo o la explicación lo hiciesen todo mas sencillo;
Esto me ha jodido, no dolido;
disfrutemos de lo que nos queda.

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